«Si pudieras ser cualquier otra
persona, ¿quién serías?».
Yo solía pasar una
extraordinaria cantidad de tiempo haciéndome esa pregunta. Estaba obsesionado
con la idea de cambiar mi identidad, porque deseaba ser cualquiera menos yo.
Había tenido bastante éxito como biólogo celular y como profesor en la facultad
de medicina, pero eso no compensaba el hecho de que mi vida personal podía
calificarse, en el mejor de los casos, como desastrosa. Cuanto más intentaba
encontrar la felicidad y la satisfacción, más insatisfactoria e infeliz era mi
vida. En mis momentos más introspectivos, me daban ganas de rendirme a esa vida
de infelicidad. Llegué a la conclusión de que el destino me había dado malas
cartas y que lo único que podía hacer era jugadas lo mejor posible. Una víctima
de la vida. «Qué será, será ... » Dr Bruce Lipton
Pero,
qué procesos se producen en nuestro cuerpo que hacen que experimentemos esas emociones? Cómo es que nos sentimos
felices
o
infelices?
Las
investigaciones realizadas por los científicos llevaron a un descubrimiento extraordinario y valiosísimo. Encontraron
que el origen de la sensación de felicidad o de
infelicidad está en la plasticidad del cerebro. Es decir, la capacidad humana de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos
que elegimos tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario