El NeuroCoaching con PNL, IE, AHC y NeuroCiencia Aplicada
es la mejor forma de realizar cambios definitivos en nuestras vidas. Sin duda,
cuando una persona o grupo de personas se embarcan en un proceso de NeuroCoaching, se está preparado para vivir la más
excitante aventura de la vida.
En
un 95% de los casos en este viaje tripulado por un experto profesional, la persona abre su tesoro interior, le da
brillo y comienza a vivir una vida llena de posibilidades y logros.
El
profundo viaje de autoconocimiento que nos ofrece un proceso de NeuroCoaching es
una experiencia que todas las personas, instituciones y empresas deberían obligatoriamente
vivir al menos una vez en la vida.
Sabemos
que esto, hoy en día no es así y las personas seguimos vagando por la vida, con
ligeros sobresaltos emocionales y psicológicos que nos dan las alegrías de
nuestra selección, o las celebraciones familiares o de amigos que nos sacan de
nuestra aceptada y triste monotonía, o lo que es peor, la vida, a veces amarga,
nos trae situaciones trágicas que nos dejan en una situación de invalidez
absoluta, y solo nos queda quejarnos, lamentarnos.
Pues
bien, es el momento de que sepamos que todos podemos acceder a este tipo de
experiencia, para que te puedas convertir en un excelente Ser Humano, suma de Conocimiento + Propósito + Acción.
La
Inteligencia Emocional, la Programación Neurolingüística,
la AutoHipnosis Clínica
y la Neurociencia Aplicada ponen a nuestra disposición, herramientas
y dinámicas concretas que permiten superar estas barreras de forma inteligente
y ecológica.
A QUIEN VA DIRIGIDO ……
El
NeuroCoaching con PNL, IE, AHC y
Neurociencia Aplicada pueden ir dirigidas a clientes de forma
individual, grupal y equipos de trabajo.
«Cuida
tus pensamientos,
porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en
tus actos.
Cuida tus actos,
porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán
en tu destino»,
decía Ghandi. Pero ¿cómo domamos los pensamientos y
las
emociones?
Las generaciones
anteriores, las de nuestros ancestros, centraban sus esfuerzos en la
supervivencia física.
Hemos
aprendido a dedicar tiempo y esfuerzo a la higiene, a comer mejor, a
protegernos
del frío, a combatir enfermedades… Pero cuidar de las emociones parecía,
hasta hace muy poco, un lujo biológico, una frivolidad, algo que no estaba
directamente relacionado con la supervivencia física, el rendimiento
profesional o creativo, o con nuestras habilidades para vivir y convivir.
Hoy,
sin embargo, sabemos que el impacto de unas emociones y
pensamientos bien cuidados es enorme en nuestra vida. Por
ello, mejorar cualquier ámbito de nuestra vida implica cambiar la miríada de
pequeños pensamientos,
emociones y gestos rutinarios que
marcan la senda de nuestra existencia, tejida por mil pequeñas elecciones, mil
pequeñas revoluciones que poco a poco lo transforman todo.
El NeuroCoaching es un proceso apasionante, una llave de
libertad que nos empodera. Pero también requiere un grado notable de paciencia,
madurez y de valentía.
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